Os voy a ser sincera y contaros que iba a hablaros sobre mi perro Cleto pero quiero hacerlo como él se merece, y aún no estoy muy preparada para hablar de él desde la alegría que me ha aportado, sin teñirse de tristeza al no tenerle ya. Cuando le pinte en acuarela (ya lo hice en su momento a pastel) prometo escribir en todo mi esplendor.
Voy a alejarme un poquito del tema, pero sintiendo muy cerca el sentimiento de amor y
amistad, voy a hablaros de los gatos que he retratado, dejando la guinda para el final. No voy a poner las imágenes de todos los retratos de gatos que he pintado, porque no hice fotografías de todos ellos, de echo las guindas apenas tienen calidad, pero no me adelanto.
Sacha. Mil tonos de color
Sacha era uno de los gatos que ha tenido mi hermana. Este retrato se lo hice cuando aún no me dedicaba a este maravilloso mundo. Por aquel entonces no trabajaba la acuarela, salvo cuando pintaba de pequeña, que prácticamente era con lo que más me gustaba pintar, las
ceras ni las recuerdo. Seguramente si lo pintara ahora haría un retrato en acuarela de Sacha…o no.
Las personas que me conocéis y sobre todo las que asistís a mis clases de acuarela, sabréis la importancia que le doy al color. Pero no a “clavar” el tono, sino a saber reconocer colores donde a priori no los ves, en este post os hablo más sobre el tema: Sacha era un gato blanco, como reconocéis en la imagen, sin embargo, mira el retrato y observa sus colores. ¿Cuántos ves? . Aunque no sepas definir alguno, es bueno que no lo veas todo blanco. Pues así sucede cuando vemos un gato blanco. Sabemos que su pelo es blanco, pero tiene volumen, la luz incide de diferente manera, se reflejan colores que hay a su alrededor. Pocas manchas son blancas si te fijas. Reconociendo los colores
ya tenemos mucho ganado, pues van a transformarse en volumen. Da igual qué tonos uses, si respetas y reconoces su valor (más claros o más oscuros) habremos conseguido pintar algo real, aunque nos inventemos los colores.
Leia y Rey
Sus nombres son de dos princesas de la guerra de las galaxias, pues Susana y Miguel son muy fans de la saga. Las adoptaron en Patriz, en un corral donde la dueña de la casa, recoge las camadas y a
sus mamis, para ayudarles a salir adelante, hasta que ya son auto suficientes y se van, o hasta que tienen la suerte de ser adoptadas por alguien como Susana y Miguel. No saben si estas dos gatas son tía y sobrina o hermanas, pero desde luego son más que esto pues se llevan de maravilla, pues ya sabemos de las disputas fraternales. Fué Miguel quién me encargó este cuadro doble de dos gatas como regalo
de cumple de su pareja.
Este si que es un retrato pintado en acuarela, y cómo me gusta pintar el cabello de los animales con esta
técnica, puedo jugar libremente con el pigmento y el agua, creando unos efectos que quizá en un rostro
humano, me tengo que contener un poquito más. La combinación se colores surge de mi pincel de una forma muy natural; observo cómo se van creando la conexión de cada gota de pigmento, añado más agua en el momento idóneo y… ¡zas! sucede la magia.
Y poco a poco, gracias a la mancha, gracias a el agua y el pigmento, se convierte en el retrato esperado…y más allá. Respiro tranquila y orgullosa, tras un disfrute impagable, imaginando la reacción
que tendrán al verlo, el lugar importante que ocupará en el hogar de Laya, Rey, Susana y Miguel. El retrato les llega, y a mí, este mensaje: “el mejor regalo que tuvo. Triunfamos !!”. Como digo…impagable
Un regalo de una madre a su hija
Cuando Carmen habló conmigo me dijo que quería encargarme un retrato. Había buscado por internet y
las primeras impresiones que tuvo eran retratos de gatos a óleo. Al hablar, yo le aconsejé que lo hiciéramos en acuarela, le pareció perfecto, pues no entendía de pintura. Me suele pasar alguna vez que las personas que contactan conmigo vienen con la idea de lápiz u óleo, y es porque no
saben de más opciones, y menos de la acuarela.
Carmen sabía que este retrato le iba a hacer mucha ilusión a su hija, y ella le ponía tanta ilusión que me dijo que hasta le estaba quitando el sueño. Aquí os explico cómo trabajo mis retratos de mascotas por encargo. Los retratos que yo pinto no son nada impersonales.
Me mandó varias fotos, no muy buenas, pero teníamos la baza de que podía fotografiar al gatito en cualquier momento, así que le hizo un par de fotos que me encantaron. Me pareció incluir una esfera tras el animal, sin ninguna intención, y vuelvo a comprobar que acompaña muy bien al retrato del gato.
Baldo y Nica
He tenido gatos, Lupito, Harold, Lua, pero estos dos fueron los primeros a los que yo les cuidé, y vivían
en mi casa una vez que me independicé. Baldo y Nica, Nicasio y Baldomero, los miro y se me llena el corazón de amor. Eran maravillosos, cariñosos, juguetones, eran uña y carne entre ellos, se querían muchísimo, y yo a ellos.
Muchas anécdotas os podría contar sobre ellos. Viajaron en avión, sólo uno podía venir conmigo en cabina, así que el otro tuvo que ir en la bodega, y perdieron a Baldo. La llegada a mi nuevo lugar se tiño de preocupación, ansiedad y mil emociones más al no saber dónde estaba ni cómo. Cuando a las poquitas horas nos llamaron desde Barajas diciéndonos que tranquilos, que estaba muy bien cuidado por personas empáticas y bondadosas del personal de aeropuerto.
Les pinté a partir de una sesión de fotos que les hice con réflex analógica (los móviles aún no se estilaban con cámara). Ambos retratos los pinté con pastel, como os he dicho antes, por aquel entonces ni me dedicaba a la pintura ni manejaba la acuarela.
Cuando Nica murió, Baldo dio un bajón enorme, y no aguantó mucho. Les sigo queriendo tras 20 años ya sin ellos
Qué bonito son los sentimientos que nos llegan con los animales…y sí, yo soy más felina y me llega al corazón todo lo que expresas y lo que transmites al pintarlos, ahí se nota tu alma y toda tu belleza!!!!
GRACIASSSSS
Muy agradecido por la espléndida acuarela de mi gato. No puedo parar de mirarla atentamente todos los días : imprime una expresividad sorprendente. Nos encanta a todos. Sin duda que no puede haber un regalo mejor que una obra de arte.
Gracias.